Por Courtney Gupta

Es completamente apropiado para el desarrollo que los niños pequeños tengan rabietas.A los dos años, los niños están desarrollando un sentido de independencia y voluntad propia, pero todavía no tienen las habilidades necesarias para controlar sus emociones o necesidades.

Además, los niños pequeños tienen dificultades para comunicar lo que necesitan,ya sea porque todavía están aprendiendo a hablar o porque ni ellos mismos entienden lo que necesitan, quieren o sienten.Por eso, es más probable que tengan una rabieta cuando tienen hambre, están cansados, enfermos o emocionalmente cargados.

¿Cómo prevenir las rabietas?

Observa las necesidades físicas y emocionales de tu hijo y trata de responder a ellas antes de que se descontrole la situación. Cuando tu hijo tenga una rabieta, no trates de ignorarlo o distraerlo. En cambio, permítele sentir y expresar sus emociones. Bríndale consuelo y mantente cerca.

Si no permitimos que nuestros hijos liberen sus emociones, estas se acumulan y las rabietas ocurren con más frecuencia.

No lo tomes de forma personal

Es fundamental no tomar una rabieta como algo personal.Cuando un niño pierde el control, está más allá de la razón y realmente no puede controlarse.Esto es parecido a cuando un adulto sufre un ataque de pánico.En ese momento, no quieres que te griten ni que te sermoneen o castiguen, solo necesitas que alguien reconozca lo que está pasando y te abrace. Los niños pequeños necesitan exactamente lo mismo durante una rabieta.

Puedes practicar técnicas de respiración profunda con tu hijo/a para que, cuando tenga una rabieta, tenga herramientas para calmarse.

¿Y si tu hijo tiene 4 o 5 años?

A esa edad, tu hijo debería estar comenzando a controlar mejor sus emociones y necesidades. Las rabietas deberían ser menos frecuentes y menos intensas.

Si te preocupa el comportamiento de tu hijo en edad preescolar, puedes llamar o mandar un mensaje de texto a nuestra línea de Help Me Grow al 844.456.5437 para hablar con uno de nuestros coordinadores de atención.

También puedes completar una evaluación rápida del desarrollo (ASQ y ASQ SE) para verificar cómo va el desarrollo de tu hijo.

¿Prefieres escuchar?

Te recomendamos el episodio del pódcast de Janet Lansbury titulado:“Public Tantrums (Why They Happen and How to Avoid Them).”