Por Courtney Gupta

El juego con agua no solo es divertido en los días calurosos de verano, también es una excelente actividad de aprendizaje para todas las edades. A través del juego con agua, los niños desarrollan:

• Equilibrio y fuerza

• Coordinación

• Exploración y aprendizaje

• Comunicación y habilidades sociales

  
  

Coloca a tu bebé, niño pequeño o niño mayor en una pequeña piscina o en la bañera y deja que chapotee. Déjala explorar la sensación del agua en sus dedos y piel. Agrega algunas tazas para que pueda verter el agua. Está desarrollando su motricidad fina al sostener la taza. ¡Es una pequeña científica aprendiendo cuánto agua cabe en una taza antes de que se derrame! Si te sientes valiente, añade arena o lodo para crear nuevas sensaciones y texturas. Tamiza la arena o el lodo y observa qué pasa con el agua.

Tu niño mayor puede recolectar palitos, piedras, pasto o flores para añadir a la piscina. Descubran juntos qué objetos flotan y cuáles se hunden.

Mientras juegas, habla con tu hijo sobre lo que está ocurriendo. Para bebés y niños pequeños, nombra los objetos con los que están jugando: taza, agua, chapoteo, arena. Si balbucean, expande lo que dicen. Por ejemplo, si tu bebé dice “ba, ba, ba” mientras chapotea, puedes responder: “¡ba, ba, burbujas! ¡Mira! ¡Estás haciendo burbujas al chapotear!”. Para niños mayores, haz preguntas sobre lo que creen que pasará al revolver la arena en el agua. ¡Y asegúrate de darles tiempo para responder!

Otras formas divertidas de jugar con agua:

• Darle un baño a los juguetes, muñecas o platos de juguete

• Jugar con el rociador de agua

• Mezclar colores y crear una estación de vertido

• Saltar en charcos

  
  

Recuerda: siempre juega con seguridad. Nunca dejes a un niño solo cerca del agua, sin importar su edad.